jueves, 5 de marzo de 2009

CONFLUENCIA DE GÉNEROS: INTRODUCCIÓN

El día 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora o, simplemente el Día de la Mujer. Una fecha que, por lo menos, debería provocar la reflexión sobre cuál es la realidad de los géneros a la vida cotidiana. Y cómo queremos que sea.

Es muy evidente la diferencia entre hombres y mujeres, especialmente si no llevan ropa o si se han arreglado para salir e ir de fiesta: diferencias solo biológicas y socioculturales, hay que decir. Está claro que también hay diferencias de comportamiento (psicológicas?) que vienen determinadas por la biología y las expectativas que la biología ha ido elaborando a lo largo de los siglos para cada género en relación a los comportamientos que iban teniendo y repitiendo cada día y cada año.

En estos momentos nos encontramos con unos repertorios de comportamiento dicotómicos hombres/mujeres, masculino/femenino, niño/niña: formas de vestir, formas de expresarse, de comunicarse, modelos y estructuras de pensamiento, repertorios gestuales, formas de control personal e interpersonal.

Sexo es lo que biológicamente nos determina a unos machos y a otras hembras, la forma que la evolución de nuestra especie ha elegido para reproducirse y pervivir a lo largo del tiempo, generación tras generación y milenio tras milenio. Y permite que la hembra/mujer geste dentro de su vientre los hijos que ha engendrado el macho/hombre y después deba amamantarlos y cuidarlos. Y el macho/hombre debe apoyar la mujer/hembra y a los hijos/cachorros mientras esta debe atender el embarazo o los recien nacidos. Como lo hacen machos de diferentes especies animales ya que, biológicamente, humanas y humanos también somos animales.

Género sería el conjunto de roles, obligaciones, formas de pensar, formas de actuar que una persona asume por el hecho de tener un sexo determinado. Una persona y el conjunto de personas de un mismo sexo, en una misma época y lugar. El género es un constructo psicosocial que intenta adaptar los comportamientos individuales a las necesidades de una sociedad concreta. Por esto, en diferentes momentos históricos y en diferentes zonas geográficas -culturas- hombres y mujeres han asumido unas u otras obligaciones y responsabilidades y se han visto y entendido unas u otras actividades como normales .

Por lo que nos toca, nuestra cultura occidental actual ha venido diseñando los géneros con un catálogo de características masculinas y femeninas que abarcan todo el abanico de comportamientos, desde la base de las mujeres como cuidadoras de los hijos y del hogar y de los hombres como guardianes de la familia y proveedores de comida y otros bienes.
Ellas deben ser sumisas y dóciles y ellos agresivos y dominantes. Ellas dominan el lenguaje y el mundo de los sentimientos y ellos las actividades de riesgo. Ellos deberían llevar el dinero en casa y ellas tenerla a punto y aseada y encargarse de los hijos y las hijas.

Si completamos el repaso de nuestra actual cultura con el necesario adjetivo de "consumista" vemos como ellas deben fijarse y comprar todo lo que tiene que ver con la imagen y el cuerpo: ropa, cremas y otros productos de belleza, limpieza y tocador; y ellos deben fijarse y comprar grandes aparatos, cacharros electrónicos, automóviles, bricolajes, herramientas de deporte y similares.
Nos encontramos con dos modelos de persona hechos por los años y la cotidianidad (la cultura) con una base de diferencias biológicas que explican pero no justifican actualmente esta dicotomía.

Porque los derechos humanos que nos hemos reconocido y de los cuales emanan las leyes y reglamentos que, con la meta de la igualdad, rigen nuestras vidas de relación, nos obligan a definir los constructos dicotómicos sexistas y buscar un nuevo encajonamiento de los géneros, con una confluencia necesaria y, siempre, complementaria; donde los atávicos determinantes bio-psico-socials no determinen enfrentamientos, dominios ni sumisiones.

Es por esto que considero que hay que repasar diferentes aspectos de esta necesaria confluencia de géneros con una serie de artículos en los que intentaré analizar la realidad actual y la prospectiva del futuro más próximo, con incidencia en las posibilidades educativas a las familias, el sistema educativo y social.

Os invito a seguir el desarrollo de este tema en el futuro en el blog CONFLUENCIA DE GÉNEROS.

Eduard Hervàs

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